Salmos 5:3 - Oh Jehová, de mañana oirás mi voz; De mañana me presentaré delante de ti, y esperaré.
Salmos 51:3 - Porque yo reconozco mis rebeliones, Y mi pecado está siempre delante de mí.
Es interesante notar como dentro de la hermosura de los Salmos y su aspecto Poético, siempre podemos encontrar no solo destellos de Gloria del Dios al que se le Canta y Ora, sino que también siempre hallamos Bendición sobre aquel que escudriña y entiende las palabras del Salmista y el Mensaje tras la Poesia. Bien sabemos que el Salmista incluía el aspecto poético en señal de alabanza a Jehová, en señal de agradecimiento y de expresión ante Él, pero no podemos tambien olvidar que aun al ver al Salmista alabar a su Dios, el estaba viviendo escenarios y circunstancias dificultosas por las cuales tenía que atravesar. Dando un vistazo al contexto, podemos notar como los salmos anteriores hablaron de días donde la rebelion de Absalon hacia la vida de David, había chocado con el corazón de David, de tal manera que David expresa su sentir a través de estos Salmos, acordándose de Dios, pero también de lo que estaba viviendo. Creer en Dios no nos exime de las Circunstancias, pero Creer en Dios si nos recuerda que aun tras la Circunstancia, Dios sigue siendo Real y mucho más Grande que aquello que nos rodea. Me fascinan las palabras de Michael Wilcock al decir en su comentario que en comparación con los Salmos anteriores, “ahora David se despierta en idénticas circunstancias, pero sus pensamientos son ahora más maduros.” Antes se enfocaba en su relación con sus enemigos, pero ahora recuerda que estos enemigos también están delante de Dios y que solo le toca reconocer que Dios es quien juzgará a aquellos enemigos de la Fe, y aquellos que se oponen contra Sus Pequenitos. David despertó este día bajo la misma circunstancia, todavía contaba con un gran e inesperado enemigo, pero también estaba listo para reaccionar de manera diferente. Aceptando el consejo de David en esta ocasión, siempre he enfatizado que una de las mejores maneras de ver cambios en nuestras vidas, es cuando también comenzamos a pensar y hablar diferente, es cuando recordamos lo que la Fe puede lograr, pues va sujetada a un Dios que todo lo puede. Hoy más que nunca, nuestra generación tiene que aprender a Enfrentarse a Problemas Similares, pero con Pensamientos y Actitudes Diferentes, no basadas en nuestra Emoción o Habilidad, sino en la Firmeza y Autoridad del Dios al cual servimos. Mucho más que Dios querer Cambiar nuestra Circunstancia, Él quiere cambiar al Personaje que vive la Circunstancia. De nada vale que El resuelva nuestro asunto, y que nosotros sigamos iguales, El solo cambiará nuestra Circunstancia, cuando también estemos dispuestos a ser Transformados.
No es coincidencia que el Salmista David sea identificado como un hombre conforme al Corazón de Dios. Cargar un título como este, en un libro inspirado por el Espíritu Santo, no es cosa mínima ni tampoco una mención por coincidencia, Dios verdaderamente conocía tanto a David como a su Corazón, esto le dio la autoridad necesaria a Dios para describir a David de una manera que no lo haria con mas nadie. Este tema ha llevado a muchos a cuestionar sobre qué significado tendrá tal frase. Será que el Corazón de David era muy grande, era muy noble, era diferente, quizás amaría más que otros,? entre tantas otras cosas que pudiéramos pensar….. Sin embargo, la descripción brindada por Dios no es aplicable en cuanto a la fisicalidad del Corazón de David, ni tampoco a su valentía, tampoco a sus hallazgos ni derrotas tales como cuando venció a Goliat y cuando perdona la vida de Saul. Esta frase navega hacia las profundidades del corazón de David, pues el atributo que Dios busco honrar en David es uno que no todos cuentan con él, es uno que nos duele admitir, es uno que requiere soltar nuestro orgullo para aceptar nuestra culpabilidad. David fue un hombre que a pesar de su éxito y bendición, aun así le falló a Dios en muchas ocasiones, incluyendo sucesos graves, que fácilmente le hubiera costado la vida. Recordemos cuando David pecó al acostarse con Betsabe, aquella mujer que codició desde la azotea, en un momento donde debió haber estado en batalla con su ejército. Sin embargo, lo que distingue a David de todos los otros personajes de la Biblia, fue que David así como fue un Rey ligero a Pecar con el uso de su Autoridad, también fue un Siervo que se arrepintió con su Sinceridad y Humildad. David no solo se arrepintió de su pecado, sino que David se arrepintió de todo corazón, y estuvo dispuesto a aprender de su caída.
Las palabras de arrepentimiento de David quedan registradas en el Salmo 51, uno que también incluye Poesía y Alabanza, pero sobre todo, pronuncia Arrepentimiento, no uno de alguien que se considera un víctima, sino un pecador, pero un pecador con el corazón arrepentido y dispuesto a volver a levantarse. Muchos somos los que podemos llegar a caer, pero muy pocos son los que admiten la derrota, para luego construir la mejor victoria que podemos obtener. Es interesante cuando David menciona: “Porque yo reconozco mis rebeliones, Y mi pecado está siempre delante de mí.” Cuando analizamos el término “reconozco” utilizado por David, podemos notar como una de sus definiciones era “aprender y revelar.” David en esta ocasión no solo se arrepiente y ora a Jehová, sino que también RECONOCE Y APRENDE de su Pecado, el cual le ha sido REVELADO, no para permanecer en él, sino para ser libre y transformado del mismo. Dios no se había olvidado de David, pues David tampoco se había olvidado de él. Es ahí donde verdaderamente vemos lo que es tener un Corazón conforme al de Dios, un Corazón dispuesto a mejorar, un Corazón dispuesto a ser Quebrantado, para luego ser Moldeado en la Gracia de Aquel que aún lo Sostiene. Claro está, Dios no quiso que David pecara y tampoco lo impulsó a pecar, Dios nunca nos llevará a pecar, Dios nunca quiere que pequemos, pero aun cuando lo hacemos tal como David lo hizo, si es Su Voluntad, Él mostrará Gracia y Favor a aquellos que reconocen el verdadero significado del Arrepentimiento. Arrepentirse no es simplemente decir un Perdón, Arrepentirse es pedir perdón pero también reconocer los pasos necesarios para alcanzar el Cambio. Un Corazón Arrepentido no busca volver a lo Mismo, sino que Prosigue hacia el Crecimiento y Cambio Necesario. Antes de Dios describir a David como un hombre con un Corazón conforme al de Él, Dios tuvo que Quebrantar a David, y sobre todo, escuchar los Latidos y el Arrepentimiento más profundo de su Corazón. Es en las profundidades de nuestro corazón y nuestro ser, donde podemos alcanzar parecernos a Él.
De Juan podemos aprender que es Posible Recostarse del Pecho y Corazón del Maestro, y poder escuchar sus Latidos. Pero de David también podemos aprender, que es solo Dios aquel que puede Escuchar cada uno de nuestros Latidos, y Escudriñar las Profundidades de Nuestro Ser.
"Un Corazón Arrepentido no busca volver a lo Mismo, sino que Prosigue hacia el Crecimiento y Cambio Necesario."
Autor: Jorge Colón
theoreihub@gmail.com
10.13.2025