1 Reyes 3:5 - se le apareció Jehová a Salomón en Gabaón una noche en sueños, y le dijo Dios: Pide lo que quieras que yo te dé.
1 Reyes 3:9-13 - Da, pues, a tu siervo corazón entendido para juzgar a tu pueblo, y para discernir entre lo bueno y lo malo; porque ¿quién podrá gobernar este tu pueblo tan grande? 10Y agradó delante del Señor que Salomón pidiese esto. 11Y le dijo Dios: Porque has demandado esto, y no pediste para ti muchos días, ni pediste para ti riquezas, ni pediste la vida de tus enemigos, sino que demandaste para ti inteligencia para oír juicio, 12he aquí lo he hecho conforme a tus palabras; he aquí que te he dado corazón sabio y entendido, tanto que no ha habido antes de ti otro como tú, ni después de ti se levantará otro como tú
Es interesante notar cómo a lo largo de la historia se ha desarrollado un AFÁN por la INTELIGENCIA, pero también un DESPRECIO hacia la SABIDURÍA. Quizás, si nos pidieran nombrar hombres y mujeres que han marcado el mundo debido a su gran conocimiento, tuviéramos páginas llenas y aún tendríamos más nombres por añadir. Sin embargo, si nos pidieran una lista de nombres que han no solo marcado la historia, sino que la han CAMBIADO a través de su SABIDURÍA, las páginas nos sobrarían, ya sea porque aún no hemos conocido sus nombres, o porque solo existe un remanente tan limitado que logra alcanzar la Sabiduría. Es alarmante ver como nos hemos enfocado en conocer tanto la INTELIGENCIA junto a sus RECIPIENTES, y no la SABIDURÍA junto a sus VALIENTES. Es por esto que grandes nombres han sonado a lo largo de la historia, y son vistos como héroes, reyes, o personas dignas de admirar, pero aún hay muchos sabios desconocidos u olvidados, que nos dejaron grandes legados y enseñanzas las cuales se suelen ignorar. Allá en los tiempos del AT, existió un hombre muy conocido pero al mismo tiempo muy olvidado, uno que vivía una vida como la montaña rusa, donde tuvo sus altas pero también sus bajas, uno que vivió muchas vueltas y caídas, sin embargo, recibió y vivió algo que no todos pudieron, un Rey Joven, llamado Salomón, logró no solo SER INTELIGENTE, sino que tras un humilde y sincero PEDIDO, obtuvo un gran tesoro que aún es igual de necesario, Salomón no PIDIÓ a Dios, NI ORO NI PLATA, NI REINOS, NI FAMA, NI SALUD, NI ETERNIDAD, ÉL PIDIÓ SABIDURÍA.
Lo primero que podemos desglosar de tan interesante historia y tiempos en la Biblia, es que Salomón era un Joven Rey el cual sirvió como sucesor de su Padre David. Un hombre CONFORME al CORAZÓN de DIOS, ahora tenía que ser CONTINUADO por un hombre CONFORME a la MENTE de DIOS. Tanto Salomón como Dios sabían la condición del pueblo, la necesidad por un líder, la desconexión espiritual, los pleitos, entre tantas otras cosas pasando. Salomón pudo haber huido de tal tarea, pudo haberse refugiado en excusas, sin embargo, él tomó una acción que todo líder debe de tomar al comienzo de su jornada, la primera, reconoció que el Dios que lo llamo era un Dios que le proveería las herramientas necesarias para liderar. Así como Salomón fue quien para Adorar a Dios en los lugares altos, también supo que podía postrarse y pedir lo que NECESITABA, aquello que lo llevaría a ser de EDIFICACIÓN para el pueblo. Como líderes, es importante que RECORDEMOS que no solo Servimos a Dios, sino que también podemos Pedirle, pero también es necesario recordar que para que Dios conceda nuestros PEDIDOS, estos deben ser BRINDADOS CORRECTAMENTE. A veces no recibimos de Dios porque no pedimos, por carencia de oración, pero a veces tampoco recibimos no porque no pidamos ni nos acerquemos a Él, sino que no lo llevamos a cabo correctamente, y en vez de pedir SABIDURÍA, pedimos INTELIGENCIA o aquello que pensamos necesitar para la victoria. Hay retos que se ganan con la Palabra, más solemos pedir Poder, hay retos que se ganan con Poder, más solemos pedir Fe, hay otros que necesitamos Domino Propio, más pedimos Milagros, entre tantos otros…. La realidad es que antes de DIOS otorgar SABIDURÍA a Salomón, a través de tal Pedido, la MENTE de Salomón ya estaba alineada a la de Jehová, para que asi como David reino con VALENTÍA, Salomon alcanzara aún más Fronteras a través de la SABIDURÍA. Existen GIGANTES EXTERNOS que requieren VALENTÍA, pero también existen RETOS INTERNOS que demandan SABIDURÍA.
A pesar de Salomón no haber tenido una vida perfecta, ¿qué fue lo que marcó la diferencia tanto en sus comienzos como en su final? Luego de realizar el pedido correcto ante Dios, Dios le otorgó lo necesario para comenzar bien, y también al final poder reflexionar en sus errores y conservar el Tesoro que Dios puso en sus manos. Porque llamamos tal pedido como un Tesoro? La realidad es que la Inteligencia es una cosa, y la Sabiduría toma un nivel mucho más alto que la misma. Alguien INTELIGENTE, es alguien que CONOCE MUCHO, que tiene la capacidad de aprender, memorizar, o ser diestro en una o varias cosas/materias, etc… Hemos visto muchas personas inteligentes en la Biblia, vimos a profetas que sabían mucho, hijos de sacerdotes que conocían las tradiciones, un pueblo que sabía sobre las obras de Jehová, Fariseos que citaban la escritura, pero muchos de ellos vivían alejados de aquello que CONOCÍAN. Por mucho tiempo, hemos tenido una SOCIEDAD INTELIGENTE, la cual conoce mucho, PERO VIVE muy poco, la cual ha MEMORIZADO las VICTORIAS de otros, pero no obtiene su PROPIA VICTORIA. Cuántas personas no viven luchando con tentaciones, guerras, situaciones que otros han vencido, luchas que ellos conocen las herramientas necesarias para vencer, mas sin embargo, aún no lo han logrado. Cuántos no son los que saben mucho, pero al mismo tiempo no saben nada, pues aún carecen de lo más importante? Cuántos filósofos se desviven por el CONOCIMIENTO, más el CONOCIMIENTO los lleva a perecer sin esperanza. La INTELIGENCIA no es mala, pero para alcanzar la VICTORIA, es necesario llegar al próximo escalón, cuyo nombre es la SABIDURÍA.
En contraste con la INTELIGENCIA, la SABIDURÍA es cuando se logra no solo ADQUIRIR un CONOCIMIENTO, sino que se DESARROLLA la CAPACIDAD para APLICAR lo que se ha APRENDIDO. Sabiduría es CONOCIMIENTO EN ACCIÓN. Es cuando se logra PONER EN PRÁCTICA lo APRENDIDO. Es cuando no sólo citamos versos, es cuando los utilizamos en Adoración, es cuando no solo oramos, sino que lo hacemos correctamente, es cuando sabemos lo que necesitamos, pero también como venir ante AQUEL que tiene la Solución, es cuando sabemos ser DIFERENTES en mundo corrompido, es cuando DIOS NOS DICE; pídeme lo que quieras, y en vez de pedir lo que deseamos, estamos dispuestos a decir; SEÑOR, solo queremos Discernimiento, Fe, Presencia, Dominio Propio, Tu Voluntad, queremos lo que EDIFICA, no lo que nos MOTIVA. Hoy más que nunca, no miramos a héroes seculares ni sus hermosas capas, miramos a un Rey que a pesar de que tuvo sus batallas y tentaciones ante las cuales cayó, así como un día comenzó su Jornada diciendo; SEÑOR DAME SABIDURÍA, también puedo reflexionar y decir; SEÑOR, VANIDAD ES LA VIDA, TODO ES VANIDAD. La SABIDURÍA tiene la capacidad de Alumbrar el Comienzo de la Jornada, pero también es suficiente para brindar un Destello de Luz, aun cuando la Meta parezca estar rodeada de Obscuridad. El Gran Tesoro en la Vida de Salomón no fue el Templo, ni sus Concubinas, ni Su Reinado, fue la SABIDURÍA obtenida tras su Pedido.
La SABIDURÍA de Salomón produjo en él un Hombre CONFORME a la MENTE de Dios, uno que JUZGÓ al Pueblo CORRECTAMENTE, pero uno que JUZGÓ Su Caminar SINCERAMENTE. La SABIDURÍA nos lleva a IDENTIFICAR el DISCERNIMIENTO que tiene que ser ADQUIRIDO, pero también la VANIDAD que debe ser REMOVIDA.
"La SABIDURÍA nos lleva a IDENTIFICAR el DISCERNIMIENTO que tiene que ser ADQUIRIDO, pero también la VANIDAD que debe ser REMOVIDA"
Autor: Jorge Colón
theoreihub@gmail.com
5.27.2025