Juan 13:3-5/12 - Sabiendo Jesús que el Padre le había dado todas las cosas en las manos, y que había salido de Dios, y a Dios iba, 4se levantó de la cena, y se quitó su manto, y tomando una toalla, se la ciñó. 5Luego puso agua en un lebrillo, y comenzó a lavar los pies de los discípulos, y a enjugarlos con la toalla con que estaba ceñido
12Así que, después que les hubo lavado los pies, tomó su manto, volvió a la mesa, y les dijo: ¿Sabéis lo que os he hecho? 13Vosotros me llamáis Maestro, y Señor; y decís bien, porque lo soy. 14Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros
Recuerdo en una ocasión cuando pequeño, me encontraba en una reunión en un hogar el cual estaba lleno tanto de familiares como personas cercanas. Había un gran banquete para comer, todos se gozaban al saborear la exquisita comida, e inclusive pedían un segundo plato. Todos estaban tan concentrados comiendo que cualquier palabra o chiste que se decía mientras comían no era bien recibido, ya que la atención estaba mayormente puesta en la comida. Sin embargo, un anciano decide levantarse repentinamente, inmediatamente él se levantó de la mesa, todos fijaron sus ojos en él. Un joven presente es rápido para decirle, “viejo, porque te has levantado? ¿Existirá algo que sea más importante en este momento que toda esta comida exquisita?.” El anciano, con gran convicción responde lo siguiente, “hijo, la comida esta muy buena, pero aun mayor es la necesidad de aquel hombre, están tan enfocados en la calidad de la comida, que han olvidado el corazón de la reunión, enfocándonos en rebosar nuestro estómago, más olvidar al necesitado.” “He aquí me levanto, para compartir por gracia, aquello que por gracia también he recibido.” Años después, nunca olvido las palabras del anciano, y nunca cesaré de decir: “Sentarse a la Mesa nos permite Disfrutar el Banquete Proveído, más Levantarse de la Mesa, aun cuando todos permanecen Sentados, nos permite Servir, y Modelar el Carácter de Cristo.”
Para Reflexionar……
Partiendo del pensamiento previo, un día, tanto los discípulos como todo lector de la historia en referencia, quedaron asombrados al presenciar un acto muy inesperado de parte de Jesus. El Maestro, luego de expresar Palabras muy urgentes y serias en cuanto a lo que habría de acontecer, en vez de permanecer cenando con sus discípulos, Él decidió levantarse de la mesa. No sabemos con certeza si ya Jesus había consumido una porción razonable o suficiente para llenar su estómago, sin embargo, tengo razones para pensar que quizás lo que Jesus comió en tal ocasión debe de haber sido poco, Su Misión era lo primordial, y expresar todo lo dicho más las acciones que estaba por tomar, tenían que consumir Su Mente, y probablemente afectando el apetito. Los discípulos quizás pensaron poder escucharlo por un buen rato impartir sus enseñanzas verbales, o sonreír un rato juntos, pero en esta ocasión, El obró de manera inusual y dejó de comer para hacer algo aún más importante. Eran sus últimos días ministeriales, Su Propósito estaba por cumplirse, pero la preparación de los discípulos aún menguaba, habían grandes lecciones que ellos debían aprender. Es aquí donde Jesus decidió intercambiar Su Manto por una Toalla, para mostrarnos tanto el Valor como la Necesidad de Servir. Cuando Dios se levanta de Su Trono, algo está por ACONTECER, mas cuando Cristo se levanta de la Mesa, algo estamos por APRENDER. Estemos prestos y atentos para que cuando Dios se Levante, nosotros podamos Postrarnos y estar listos para que El esta por decir y hacer.
Profundizando un poco en el contexto, recordamos que el El Manto quitado por Jesus era referencia al Manto utilizado por los orientales. Era común que tuvieran que quitarlo para realizar tareas domésticas y tener la comodidad para llevarlas a cabo efectivamente. Si Jesús estaba por lavar los pies de los discípulos, Él necesitaba estar cómodo ya que tal acción requiere que Él se agache, y se posicione en un lugar bajo para estar a nivel con los pies de los discípulos. Tal pareciera que nuestra generación no prefiere los lugares bajos, sino los lugares altos, de nombre, de prestigio, aun cuando Jesús prefirió Lavar los Pies de Sus Discípulos por Encima de Recibir los Reinos de la Tierra ofrecidos por el Enemigo. Jesus pudo haber preferido quedarse con su Manto, conservar Su Honra, pero Él estuvo dispuesto a Soltar el Manto y agarrar la Toalla, en señal de que Él no vino a ser Servido, sino a Servir. Jesus no vino a que lo Limpien, El vino a Redimirnos a nosotros. Es también necesario recordar, “ceñirse la toalla,” era referencia a ajustar/acomodar todo aquello necesario para realizar la tarea. Jesús sabía que para limpiar los pies de ellos Él necesitaría una toalla no solo para la limpieza, sino para lo próximo, secar y enjugar sus pies, evidenciando que la suciedad era removida, y ahora tenían un nuevo sendero. Nos ha tocado vivir ante una Generación con gran necesidad, sin embargo, es al mismo tiempo una Generación que prefiere Vivir de Mantos y no de Toallas, se prefiere que otros nos Sirvan, y no nosotros Servir a ellos. Se pretende que Crezcamos más y más, y que los afligidos sufran mas y mas. Es con gran reverencia que expresó lo siguiente: “Un Mundo Vestido con Mantos, necesita una Iglesia Ceñida con Toalla en Mano.” Muchas veces cuando el Mundo ha necesitado nuestra Toalla, nos hemos quedado con el Manto, hoy más que nunca, la Iglesia tiene que modelar el Carácter de Cristo y ser de Servicio no solo para quien preferimos, sino todo para todo el que lo necesita. Si Jesus estuvo dispuesto a quitarse el Manto, cuando no tendremos que entregar nosotros, Si Jesus estuvo dispuesto a Ceñir su Toalla, cuánto más no tendremos que Servir nosotros.? “El Cristiano no se identifica por el Manto que Viste (Título), sino por la Toalla Ceñida (Servicio) que siempre está en Sus Manos.”
Es asombroso concluir con esa pregunta que Pedro realizó a Jesus, recordemos, si había alguien que estaba por preguntar, definitivamente lo sería nuestro amigo Pedro. El pregunta, Jesus; tú me lavarás los pies? Luego de Jesus responder, él comienza a entender el propósito de tal acción, de tal manera, que lo que antes él no quería que Jesus hiciera por él, ahora quería que Jesus lo hiciera de tal manera que lo cubriera por completo. A veces criticamos la impulsividad de Pedro, sin embargo, esto lo llevó a acciones que como Iglesia hoy también necesitamos vivir y decir. Así como Jesús escuchó a Pedro decir; “Señor, no me laves solo los pies, sino las manos y la cabeza.” Jesus todavía anhela escucharnos decir; “Señor, no me llenes solo un poco, sino hasta que mi copa rebose. Señor, no solo mis metas, no solo tus dones, sino todo lo que tengas y quieras para mi.” “Señor, no solo lo que tienes para mí, sino también lo que yo tengo para ti.” Pedro logró entender que era necesario que Jesus lavara sus Pies, antes de Lavar su Alma y su Ser. Pedro más adelante lograría entender que Jesus no lo quería con una Red de Peces en sus Manos, sino con Suficientes Toallas para los Cojos, Paralíticos, y todos los necesitados. Necesitamos menos Mantos, y una abundancia de Toallas Ceñidas.
Con que nos identificamos, con un Manto, o con una Toalla? El Manto puede hablar de Quienes Somos, pero la Toalla siempre hablara de quien es Cristo.
"El Cristiano no se identifica por el Manto que Viste (Título), sino por la Toalla Ceñida (Servicio) que siempre está en Sus Manos."
Autor: Jorge Colón
theoreihub@gmail.com
5.10.2025