Atar y Desatar para luego Cancelar?


Mateo 18:18 - De cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo.


Yo desato nuestra bendición y prosperidad, ato toda malicia del enemigo, y sobretodo, cancelo toda arma forjada en contra de ti, porque somos real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios…” 


Cuántas veces no hemos escuchado frases como estas siendo proclamadas en nuestros cultos evangélicos durante grandes momentos de euforia y un desenfrenado sensacionalismo. Nuestra generación sufre de muchos males, pero un gran dilema, es la continuidad de utilizar frases y versos bíblicos totalmente fuera de contexto, sin escudriñar su significado y aplicación, para así lograr obtener algún beneficio o manipular alguna audiencia. Es inevitable notar la atractividad de este tipo de frases, y lo fácil que es manipular sentimientos, es por esto que se han convertido tan relevantes en nuestros servicios.  Pero a pesar de lo atractivas que puedan sonar, la Iglesia es llamada a discernir el mover de los espíritus, pero también toda palabra que salga de nuestros púlpitos. Hoy con todo amor, respeto, y urgencia, quiero ayudar a nuestra generación a identificar e huir de esta herejía para así continuar siendo una generación bíblica, que predica a Cristo a la luz de la Palabra y bajo la iluminación del Espíritu quien nos lleva a toda verdad e interpretación correcta de Su Palabra.


Al escudriñar esta porción analizando el contexto inmediato y aplicando diversas técnicas de la Hermenéutica y Exégesis Bíblica, podemos notar que se encuentra en una lección que habla sobre perdonar al hermano y como lidiar en ocasiones donde haya pecado o haya necesidad de tomar alguna decisión de carácter eclesiastico. La utilización de estas palabras y esta autoridad que Cristo delegó en ese momento, fue bajo una necesidad específica la cual hombres devotos, escogidos por Dios, reunidos en Su nombre, podrían utilizarlas para así resolver asuntos eclesiásticos. Cuando estudiamos ambos términos en el original griego koiné, vemos que los significados intencionados para ambos son los siguientes: Atar (prohibir), Desatar (permitir). Por lo tanto, estos serían utilizados cuando estos hombres escogidos por Dios, bajo la necesidad correcta, tendrían que prohibir o permitir algún asunto eclesiastico tal como determinar acciones que serían identificadas como pecado, establecer alguna regla en los templos o sinagogas, entre otros. Jesus no les estaba entregando autoridad a los discípulos para que cuando quisieran, ataran algún capricho, y desataran bendicion, Jesus les dio autoridad, para poder resolver asuntos que requieran autoridad del cielo. Ya que Jesus no estaría en la tierra, les delego Poder, no solo para milagros, sino para toma de decisiones que beneficien o afecten al Cuerpo de Cristo. Imaginemos a Pedro diciendo: “yo desato todos los peces bajo este mar, vengan sobre mi red ahora.” Deseos como tales, serán totalmente caprichosos y mostraría una utilización incorrecta, ya que Jesus no nos dio autoridad para conquistar u obtener lo que queramos, Jesus nos dio la habilidad de alcanzar y vivir en Su Voluntad, y todo lo que Él quiera para nosotros. 


Es tan interesante que en Hechos 15 podemos ver el cumplimiento de tal delegación de autoridad y el uso correcto de esta. Los apóstoles y líderes eclesiásticos, tenían la necesidad de resolver un asunto muy importante, los gentiles, ahora introducidos al evangelio, estaban siendo forzados por otros a seguir la ley y toda su pesadez. Esto causó tanta discordia que la Iglesia decidió reunirse en Su Nombre tal como Jesus lo establece. No es la cantidad de personas en la reunión, es aquel que tenemos como Centro y Protagonista en la reunión… (Mat. 18:20). Es aquí donde luego de un gran debate, Santiago comparte una sugerencia la cual fue recibida a bien por la mayoría. Los apóstoles decidieron desatar (permitir) que el gentil no tuviera que seguir la ley tal como era anteriormente establecido, y solo ataron (prohibieron) al exigirles que se abstuvieran de unas pocas acciones las cuales les serán de gran beneficio y edificación. 


Aquí vemos el cumplimiento, el concilio, reunido en Su Nombre, tomó una decisión para resolver un asunto eclesiastico, donde a pesar de Jacobo sugerir la solución, fue el mismo Espíritu Santo quien la aprobó. Pues no podemos olvidar que también Lucas el autor dice lo siguiente: “y le pareció bien al Espíritu Santo lo decidido…” Fue el hombre quien sugirió, pero fue El Espíritu, Dios mismo, quien lo aprobó. El uso correcto de la autoridad delegada por Cristo, siempre estará en acorde con la Voluntad de Dios y recibirá la aprobación del Espíritu Santo. El hombre es solo el facilitador, el instrumento, pero Dios sigue siendo Aquel sentado en  Su Trono, en quien mora toda Potestad, y todo paso que el hombre da, está sujetado no solo a Su Voluntad, sino también a Su Aprobación. Es hermoso observar cómo luego de la decisión establecida, la Iglesia pudo obtener paz ya que supieron que la decisión tomada fue aprobada por Dios mismo, y el resultado, fue más que evidente.


Con gran urgencia exhorto con las siguientes palabras, seamos cuidadosos con las palabras que utilizamos en nuestros púlpitos, seamos cuidadosos con la manera en que interpretamos la Santa Biblia, El Espíritu Santo nos guia a toda verdad, pero también hay que estar dispuestos a encontrar la Verdad bajo Su dirección, escudriñarla, para así poder vivirla. No necesitamos atar, desatar, y mucho menos cancelar, todo aquello que deseemos o que ya no queramos más en nuestra vida, las acciones, tendrán consecuencias inevitables, mientras que también hay “bendiciones” que anhelamos, que en realidad son solo deseos vanidosos. Más bien, seamos una generación sometida a la voluntad de Dios. Si nos toca enfrentar dificultades, no busquemos cancelarlas, glorifiquemos Su Nombre a través de ellas. Si nos toca recibir bendición, exaltaremos Su Nombre en tiempos de abundancia, pero también de escasez. No busquemos atar aquello que Dios puede utilizar para hacernos crecer y madurar, no busquemos desatar, aquello de lo cual Dios nos ha alejado, para que no se manche nuestro corazón, y no busquemos cancelar esos momentos donde la neblina parece ser muy oscura, pero al final del túnel, siempre encontraremos un destello de Luz, mostrando que Cristo sigue estando con nosotros. 


La Iglesia ha recibido Autoridad, pero necesita la aprobación de Aquel que tiene Toda Potestad. 

La Iglesia ha recibido Poder, pero necesita armonizar con la Voluntad del Todopoderoso. 



"La Iglesia ha recibido Autoridad, pero necesita la aprobacion de Aquel que tiene Toda Potestad. La Iglesia ha recibido Poder, pero necesita armonizar con la Voluntad del Todopoderoso."


Autor: Jorge C.

12.09.23