Gálatas 5:22-23 - Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, 23 mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.
Mateo 7:16-17 - Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos? 17 Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos
Es interesante escudriñar el mensaje redactado hacia la Iglesia en Gálatas. Un mensaje conocido como la “Carta Magna”, uno que enfatiza el rompimiento con el Judaísmo debido al afán continuo hacia la Ley, recordando que el evangelio es ahora para todos, mientras que al mismo tiempo abarca áreas principales de la vida del Cristiano. Un Mensaje Apologético, pero al mismo tiempo Edificante y Necesario para todos. De Gálatas podemos aprender que es necesario Entender el Mensaje, Defenderlo, Compartirlo, y también Ponerlo en Práctica Correctamente. Gálatas habla de la Universalidad del Evangelio, al estar disponible para todos, pero también nos recuerda la Individualidad de la Salvación, ya que nuestra Relación con Dios es dependiente en nuestra Devoción y estilo de vida hacia Él. Pablo no solo les recuerda que el Cumplimiento de la Ley no era suficiente para salvarlos, sino que en la Gracia, luego de Recibirla, sus Conceptos deben ser puestos en Práctica. Para alcanzar esto, él los anima a Vivir en el Espíritu y conforme a Su Fruto, y no las Obras de la Carne. Un Contraste que requiere Entendimiento y Reflexión, pues la Carne es más Difícil de lo que Parece, y el Espíritu es más Poderoso de lo que Pensamos.
Es aquí donde Pablo no solo busca brindarnos el contraste entre la Carne y el Espíritu, sino que él también profundiza en el mismo al mostrarnos que ambos tienen la capacidad de Producir. Este es el primer concepto que Pablo busca sembrar en el oyente. No solo tenemos una batalla interior donde diariamente podemos escoger en qué andamos y que vivimos, sino que aquello que pongamos en práctica frecuentemente y aquello en lo que nos enfoquemos, eso será lo que producirá nuestra identidad. Pablo les dice; si viven conforme a la carne, su vida estará llena de OBRAS tales como adulterio, idolatría, celos, iras, herejías, entre otras. Estas obras mencionadas son resultado de la Carne, nuestro interior, ese mal que nace de nuestra concupiscencia para luego poner en práctica el pecado. Una persona o inclusive un Cristiano, que diariamente manifieste estas obras, no tendrá otra opción que entender que su vida va conforme a la Carne y no al Espíritu. Jesús mismo dijo que un Árbol Bueno no puede producir Mal Fruto, y que un Árbol Malo, no podrá producir Buen Fruto. Es imposible que un Árbol produzca algo contrario a lo sembrado en sus raíces, de igual manera, como personas, aquello que somos internamente se manifestará externamente. Cuando esa manifestación es alcanzada, en la mayoría de las ocasiones, es notada por aquellos que interactúan con la persona y no por la persona misma. Aquello que producimos tiene la habilidad de convertirse en la normalidad de nuestras vidas, haciéndonos pensar que ya no podemos vivir sin ellas y que ahora son parte de nosotros. Las Obras de la Carne no solo quieren nuestro Interior, también quieren nuestra Producción, quieren rodear y abundar en nuestra vida. Estas comienzan manifestando por Ocasiones, hasta que toman nuestro Diario Vivir. Es necesario reflexionar qué compone nuestros días, qué forma nuestras palabras, qué toma nuestro tiempo, pues aquello que Producimos, Determina en Quien nos Hemos Convertido.
Pablo tampoco olvida proveer la solución al Problema, así como existen las Obras de la Carne y así como tienen la habilidad de desterrar a muchos, también podemos contar con el Fruto del Espíritu. Es interesante que el Espíritu no solo Habita en Nosotros, sino que Nosotros también podemos Vivir en y conforme a Él. Esto nos recuerda que Dios ha Prometido estar Con Nosotros, pero nosotros no Siempre Procuramos estar Con y En El. Así como el Mundo nos Invita a Producir las Obras de La Carne, aquello interno que Nace de Nosotros, El Espíritu también nos Ayuda a Vivir en Él y todo aquello que Él ha depositado en Nosotros. Las Obras Provienen de Nosotros, pero el Fruto, proviene de Él para con Nosotros. Solamente la Habitación del Espíritu es la que nos puede llevar a la Producción del Fruto. Notemos el contraste, todas las obras de la carne mencionadas tienen la capacidad de darnos muerte espiritual, mas el Fruto solo promete ofrecer bendición y bien hacia nosotros. ¿Cómo puede el Fruto lograr esto? No podemos olvidar que el Fruto es de por sí también un alimento, algo lo cual podemos consumir y ser alimentado de ello. Asi también sucede Espiritualmente, el Fruto del Espíritu, al Vivir en Él, tiene la Capacidad de Alimentar Nuestro ser y Producir más Fruto para que otros también se Alimenten de Él. Es por esto que una Persona llena del Fruto, podrá notar como otros en necesidad buscarán acercarse para recibir algo que ellos aún no tienen. El Fruto no es solo para ser Bendecidos, es también para Ser Saciados.
El secreto del Fruto también consiste en que en comparación con las Obras, podemos hallar ocasiones donde algunas Obras se Manifiestan pero No necesariamente Todas. Podemos ver Rencor, Odio, Idolatría ser manifestado, pero no siempre van en conjunto, mientras que en cuanto al Fruto, podemos notar que Pablo lo identifica como EL FRUTO, Y NO COMO LOS FRUTOS. A pesar de que son varios componentes, es UN MISMO FRUTO, el cual requiere de todos para lograr una unidad que resulte en una vida bendecida y conforme al Dador del Fruto. Esto quiere decir que no podemos solo tener la Paz y la Benignidad, no podemos solo tener Fe y Bondad, sino que cada Fruto debe ser Evidente en nuestras vidas y producirse el uno al otro hasta llevarnos a la Imagen de aquel que sembró cada Fruto en nosotros. El Espíritu no solo busca Recipientes de Su Poder, sino también Árboles llenos de Su Fruto. Necesitamos Árboles dispuestos a Entregar Todas Sus Ramas.
Una Generación Basada en Obras de Carne, necesita una Iglesia Cimentada en Fruto Espiritual.
"El Espíritu no solo busca Recipientes de Su Poder, sino también Árboles llenos de Su Fruto. Necesitamos Árboles dispuestos a Entregar Todas Sus Ramas."
Autor: Jorge Colón
theoreihub@gmail.com
12.08.2025